“El Senador Nacional Guillermo Pereyra extorsiona a toda una Provincia y a una Nación para dirimir una interna partidaria frente al gobernador Sapag usando de escudo a los trabajadores de una empresa y poniendo de rehén a toda la población”, dijo la Diputada Kirchnerista.

28 Jul 2014
    

“En primer lugar, se trata de un conflicto laboral que tiene 73 trabajadores despedidos por una refinería, que se encuentra en un proceso de negociación en el cual están trabajando YPF y el Ministerio de trabajo de la Nación, para brindarles una solución de empleo y capacitación de los mismos para su reinserción dentro del sector. 

El paro afecta a los intereses del Estado y de la sociedad en general. Impide la producción diaria de 160 mil barriles de petróleo y 6 millones de metros cúbicos de gas que significan una perdida para Neuquén de 16 millones de pesos. Es decir, las consecuencias del paro las pagamos todos los neuquinos.

En segundo lugar, los conflictos sectoriales en los ámbitos privados, cumplen ciertas etapas de evolución que todos los sindicatos recorren, para no afectar derechos de terceros que no están involucrados. Recién después de agotar las instancias de negociación y medidas de fuerza dentro de la propia empresa en conflicto, se apelan a medidas de fuerza de tipo general, que son siempre más duras. Aquí se ha comenzado al revés. El Senador Nacional, candidato a Presidente de un partido político y Secretario General del Sindicato, ha confundido todos sus roles en uno y pretende ser goleador, árbitro y director técnico al mismo tiempo.

Uno de los pilares de la democracia es la división republicana de los poderes del Estado. Pereyra representa el sentido inverso del orden democrático. Él decide un paro que afecta a toda la sociedad y luego pretende ser juez y parte de la solución avalado, además, por un ministro del Estado provincial al que tendríamos que preguntarle ¿Por qué razón condena a los docentes, a los enfermeros  cuando reclaman y apoya a los petroleros cuando pasan por la misma situación?

Está claro que estamos ante una medida absolutamente injustificada de la cual no alcanzamos a comprender cuáles son sus verdaderas motivaciones.

Los neuquinos, los argentinos, necesitamos del esfuerzo y de la actividad de toda la industria petrolera para poner en producción nuestros recursos y contribuir a lograr el autoabastecimiento energético. Medidas de fuerzas como estas, lejos de contribuir a este objetivo, afectan gravemente al país privando de la energía que necesita para su desarrollo.

Está claro que hay un diálogo abierto que se pretende romper cuando tanto el Senador como el ministro Coco  siembran dudas sobre la continuidad laboral, sospechando un pronto despido de esos trabajadores que serán reincorporados por YPF”, expresó Nanci Parrilli.