El proyecto fue impulsado por Lucila Crexell. La Cámara de Diputados de la Nación dio, este jueves, sanción definitiva para que en todos los establecimientos educativos del país, tanto públicos como privados y en todos los niveles, se realice la Jornada “Educar en Igualdad: Prevención y Erradicación de la Violencia de Género”.

27 Nov 2015
    

La iniciativa, que había sido aprobada por el Senado en julio pasado, pone el foco en la necesidad de educar en materia de vínculos para brindar a los jóvenes herramientas que les permitan detectar actitudes violentas de forma temprana y evitar la naturalización de la violencia cómo código válido y tolerable en las relaciones interpersonales. “Sin lugar a dudas la proliferación de casos de la violencia de género, muchos de ellos con desenlaces trágicos, habla a las claras de que su erradicación es una de las asignaturas pendientes más importantes en nuestro país. Es indispensable que desde todos los poderes del Estado se multipliquen los esfuerzos para actuar antes de que las cosas sucedan, y la mejor forma de actuar y prevenir es educar”, expresó Crexell.

El objetivo de las jornadas “Educar en Igualdad: Prevención y Erradicación de la Violencia de Género” es que tanto alumnos como docentes desarrollen y afiancen actitudes, saberes, valores y prácticas que contribuyan a prevenir y erradicar la violencia de género. En los términos del proyecto se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal de acuerdo a lo establecido en el artículo 4° de la Ley 26.485 De Protección Integral a las Mujeres. El proyecto determina que la jornada se realice al menos una vez durante el ciclo lectivo.

 “La familia es el primer ámbito en el que los niños pueden aprender valores como el respeto y la igualdad, o bien puede ser el espacio en el que vivan sus primeras experiencias de violencia. Es habitual que las personas terminen haciendo activo lo vivido pasivamente, y que si experimentan situaciones de violencia en el ámbito familiar las terminen naturalizando y las reproduzcan con total normalidad”, señaló la senadora neuquina, “es así que nos encontramos con niños y jóvenes que ni siquiera pueden distinguir qué es violencia, ni cuál es el límite, y replican esas formas de vincularse en sus primeras relaciones de noviazgo. Por eso es importante trabajar desde las instituciones educativas para brindarles las herramientas necesarias para que puedan discernir la gravedad de estas conductas, y que las víctimas sepan cómo actuar ante este tipo de agresiones”, concluyó Crexell.