Hay un nuevo récord en la presión tributaria efectiva sobre Hoteles y Restaurantes. Los datos surgen de un “Estudio Integral de la Carga Tributaria Argentina sobre el Sector de Restaurantes y Hoteles”, elaborado por IARAF.

19 Ene 2015
    

El año 2014 habría marcado un nuevo récord en cuanto a la presión tributaria efectiva que ejercen los tres niveles de gobierno -Nación, Provincias y Municipios- mediante la recaudación de impuestos y tasas varias.

Se estima que el año cerraría con un nivel de presión tributaria cercano al 35% del PBI, evidenciando así un ligero crecimiento respecto a la presión registrada en el 2013 y acumulando una suba del 44% entre los años 2004 y 2014. En 2004 la carga tributaria consolidada, en porcentaje del PBI, fue del 24,1%, mientras que en 2014 ascendió a 34,7%.

Con el objetivo de evaluar en profundidad la carga tributaria global argentina que recae sobre la actividad de restaurantes y hoteles, a partir de un análisis de la legislación vigente en los tres niveles de Gobierno, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) elaboró, a solicitud de FEHGRA, un estudio integral.

El sector hotelería tiene en nuestro país una carga tributaria que promedia el 40,1% del precio de venta final del servicio, aproximadamente. El principal componente del costo impositivo lo constituyen los aportes y contribuciones al régimen de seguridad social, con porcentajes que se ubican entre el 42% y el 52% del total, seguido por el impuesto a las ganancias y el impuesto a los ingresos brutos, que registran participaciones similares en torno al 20% cada uno. Los impuestos inmobiliarios muestran una importancia en torno al 12% del costo impositivo total. Finalmente, con un porcentaje del 4% cada uno, se ubican los impuestos municipales, el impuesto al cheque y la sobretasa a la distribución de utilidades. La carga tributari​a puede variar según la localidad en que esté emplazado el establecimiento y su tamaño.

En el caso de los restaurantes, se observa que aproximadamente un 38% del precio que paga el consumidor se origina en impuestos nacionales, provinciales y municipales, porcentajes solo marginalmente inferiores a los obtenidos para el rubro hotelería.