La medida fue celebrada por la agrupación Juana Azurduy de San Martín de los Andes. “Luego de años de trabajo sostenido, de idas y venidas, de debates que van cerrándose y de otros que se abren, hoy nos enteramos que por decreto del municipio se eliminó la categoría C de las libretas sanitarias”, expresaron en un comunicado.

21 Oct 2014
    

A través de una nota enviada a los medios -desde la agrupación que lucha por los derechos de las mujeres- se expresó que esto, que para algunos puede resultar en un trámite administrativo, “para nosotras como Agrupación, es un paso más a la coherencia que implica la lucha por los derechos”.

Es un cierre a un trabajo colectivo sostenido durante tantos años, es un acto de justicia que hemos pedido hasta el cansancio.

Haciendo historia

Entendiendo que debíamos dar la discusión sobre la diferencia entre prostitución y proxenetismo, donde lo segundo es claramente un DELITO, nos propusimos como organización dos ejes: por un lado que el Concejo Deliberante eliminara las categorías de Cabarets, boites y wiskerías entre los rubros de diversión nocturna, lo cual era utilizado como pantalla para el funcionamiento de prostíbulos clandestinos. Por otro lado que el Ejecutivo dejara de legitimar el proxenetismo, solicitando y entregando libretas sanitarias C a las mujeres contratadas en estos lugares, bajo la figura de “alternadoras”.

Esta libreta sanitaria implicaba análisis ginecológicos a las mujeres que trabajaban en dichos espacios, lo cual nos suponía dos preguntas: ¿por qué una mujer que no va a ser sometida sexualmente necesita acreditar “salud ginecológica” para ser “contratada” en estos lugares? ¿en qué medida hablamos de salud, si sólo las mujeres debían acreditar estos estudios médicos? Las mujeres debemos cuidar de nuestra salud, TODAS las mujeres,  y no para ser mercancía  de algunos hombres-clientes-prostituyentes, sino porque sólo estando sanas seremos ciudadanas libres.

El debate es amplio, y seguramente seguirá… pero hoy queremos festejar este logro. Un logro que sin duda es de las organizaciones, un logro que nos permite seguir pensando, un paso más en el camino hacia las reivindicaciones.

Sin prostíbulos no hay clientes, sin clientes no hay TRATA.