La Concejal del MPN desmintió las acusaciones vertidas en su contra, en las que le adjudicaban haber ejercido violencia y maltrato laboral hacia una trabajadora del Deliberante y aseguró que la situación se trató de “todo un teatro muy bien montado”.

21 Nov 2017
    

La concejal del Movimiento Popular Neuquino, María Esther Juárez, utilizó en Radio Fun su derecho a réplica, para responder a las acusaciones vertidas en la jornada del jueves por parte de dos referentes del gremio de UPCN, quienes denunciaron a la Edil por haber, presuntamente, ejercido violencia y maltrato laboral hacia una trabajadora del Concejo.

“Me deberían pedir disculpas ellos a mí”, arrojó: “Estas acusaciones fueron un maltrato a mi persona, no pueden estar gratuitamente hablando de mí. Desmiento totalmente haber sido violenta y haber maltratado. Hice mi descargo mediante nota al Presidente del Concejo. Si hay una cuestión política que me lo digan de frente”.

La Concejal desmintió también que el origen del conflicto se haya referido a “haber metido a alguien por la ventana” y detalló que, en realidad, se debió a un tema de limpieza, en el que no se logró un acuerdo.  Juárez manifestó tener testigos del hecho y sostuvo que se trató de “todo un teatro muy bien montado”.

 “Cuando asumimos, en el Concejo había un convenio que aún se tiene con el Correo Argentino donde se paga a una persona que cumple un rol de limpieza compartida, con determinadas horas en el Correo y el resto en el Deliberante. La persona que estaba ahí fue nombrada en Acción Social y al quedar libre ese rol, se nombra, como monotributista a una nueva persona que llega a Concejo a ayudar con tareas. El Concejo tiene miles de recovecos, adolece de todo y limpiar todo eso es tortuoso, no se llega a tener higiene como corresponde y las personas que están en planta permanente, una está en edad de jubilarse y la otra es hija de ella, trabaja la mitad del tiempo como administrativa y la otra mitad para limpiar. No se puede mantener la limpieza e higiene y no podemos exigir que hagan más de lo que deben hacer. Por eso se designa a esta tercera persona, con aprobación del Presidente Winkelman”, dijo y continuó: “Al poco tiempo veo que desaparece esta administrativa que estaba limpiando y me dicen que hay un problema de pelea y disgusto. Es por eso que propuse citarlas a las dos partes en conflicto para recomponer los problemas personales”.

Juárez comentó que “las paredes son de papel en el Concejo, se escucha todo, tengo un timbre de voz particular, pero no le falto el respeto a nadie” y completó su relato diciendo: “Cité a las dos personas, las hice sentar, no quisieron, se quedaron paradas y me dijeron en tono imperativo que no querían hablar conmigo. La señora en cuestión se puso muy mal, dijeron que no podían hablar más y se fueron. Yo pedía que hiciéramos acuerdo, que sectorizáramos el lugar, pero dijeron que no aceptaban y no iban a aceptar”.

“Ni a mis adversarios les falto el respeto”, finalizó: “Es el tono de timbre que tengo”.

Por otro lado, se refirió al problema edilicio del Concejo, otro de los puntos de conflicto mencionados por los delegados de UPCN: “Del año 97 nadie se preocupaba y en esta gestión sí lo hicimos, buscamos la ampliación, fuimos a un litigio con el Correo, ahora estamos con el tema del ex Hotel Sol… estamos en eso”.

Para concluir, manifestó: “No veo que estén aplicando el Convenio Colectivo de Trabajo como corresponde… esto es político. Me encanta porque me tienen vigente, pero no me gustaría estar perdiendo mi tiempo con esto”.