Comparten recomendaciones ante la aparición de estos ofidios en Junín de los Andes, precisamente en el Via Cristi.

21 Feb 2017
    

Días atrás vecinos y turistas que visitaban el Vía Cristi de Junín de los Andes, observaron “víboras” y se sorprendieron generando preocupación entre la población y los turistas que nos visitan en esta época del año.

Desde el Área de Epidemiología de la Zona Sanitaria IV, se consultó con especialistas del Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN), quienes informaron que en nuestra provincia habitan aproximadamente 15 ofidios nativos; y se agrega una culebra conocida como culebra de cola corta, que habita bosques húmedos. Esta culebra (no serpiente) es de las más comunes y típicas en ecosistemas esteparios, y es precisamente la que se ha observado.

Es ágil y agresiva solo si es molestada, y se esconde bajo piedras o troncos, estando activa tanto de día y noche, dependiendo de factores ambientales como las temperaturas.

Es muy infrecuente que muerda a las personas, aún así, si bien pueden inocular veneno a sus presas, tienen los dientes ponzoñosos ubicados muy atrás en la boca, es decir, pueden inocular veneno a presas ya introducidas en la cavidad bucal o bien tienen que pasar un rato prolongado mordiendo para que los dientes traseros inoculen veneno. Son distintas a la yarará o coral que directamente apenas muerden envenenan a la víctima puesto que poseen dientes en la parte delantera del maxilar. Se alimentan de: pichones de aves, anfibios, ratones, etc.

Qué hacer si nos encontramos  con algún ofidio

Alejarnos cuidadosamente sin estresar ni agredir al animal y reportar el avistaje a alguna autoridad competente; no manipular ni capturarlos (puede poner en riesgo tanto al animal capturado como a la/s persona/s, y está prohibido por ley)

Permanecer calmado y quieto, mantener niños y  mascotas alejados, retroceder lentamente y sólo dar la espalda cuando esté a más de 2 metros de distancia del ofidio.

No espantarlo. Solo en caso de que el ofidio ponzoñoso se encuentre dentro de un entorno urbano, rural o de uso turístico como un camping o zona de recreación debe considerarse la remoción del individuo por personal capacitado a tal fin.

No nos debe sorprender ver animales de la fauna silvestre en lugares relativamente cercanos al área urbana, ellos siempre estuvieron, lo que se incrementa muchas veces no es la presencia de esos animales, sino que la gente en temporada estival visita sitios que en otros momentos del año cuenta con esporádica presencia humana.