“Menos sal, más vida”, es una campaña nacional que ya llegó a la región. Dicen que se pueden evitar 30 muertes al año sin modificar el sabor del producto.

01 Sep 2015
    

Si los panaderos neuquinos usaran recipientes más chicos de sal cuando amasan sus productos, se evitarían 30 muertes al año en toda la provincia. Es el planteo que le hizo ayer el director de Salud Integral, Facundo Cornejo, a los dueños de las panificadoras de la zona, a quienes invitó a modificar levemente sus recetas. “En el paladar no se siente la diferencia, pero sí en nuestras arterias”, remarcó el especialista.

A la reunión, que se realizó en la Subsecretaría de Salud, asistieron los representantes de la Asociación de Panaderos neuquina. Allí, Cornejo repartió recipientes con el logotipo de la campaña nacional “Menos sal, más vida” y les explicó a los comerciantes que pueden cumplir un rol fundamental en el mejoramiento de la salud de los neuquinos.

“A nivel nacional y provincial, consumimos el doble de la sal que se recomienda: de menos de 5 gramos por día, que es lo ideal, nosotros incorporamos más de 10 gramos en promedio”, comentó Cornejo. Agregó que de ese total, “4 gramos diarios provienen del pan, de modo que la incidencia es importante”.

Indicó que la receta tradicional para el pan industrial contempla que, por cada 50 kilos de harina, hay que echar un kilo de sal. “Si los panaderos neuquinos reemplazan el tarro que usan por el jarrito que les damos nosotros, de 750 gramos, pueden hacer un gran cambio”, remarcó.

Esa modificación de la receta ya se viene aplicando en algunas panaderías de la zona, sin que los clientes lo noten. El objetivo de la Subsecretaría de Salud es que la práctica se extienda a todos los comercios. Los que acepten el desafío recibirán un certificado de “pan saludable” para colgar en su negocio.

Esta iniciativa neuquina forma parte de una campaña más amplia, que a nivel nacional incluyó acuerdos con grandes empresas de alimentos para que redujeran la sal en galletitas y productos de almacén.

“En Neuquén, tenemos además una ley para quitar los saleros de las mesas en los restaurantes que todavía la tenemos que reglamentar y que también ayudaría”, explicó Cornejo.

Comentó que uno de cada tres adultos de Neuquén sufre hipertensión, lo que se traduce en un alto índice de infartos, ACV (accidentes cerebro-vasculares) e insuficiencia renal. Además, por el exceso de sal los neuquinos somos propensos a la obesidad, el asma y la aparición de tumores.